¿Qué tipo de papel necesitas para imprimir libros, revistas o catálogos? La respuesta corta: uno que no arruine tu proyecto ni tu presupuesto. La larga… sigue leyendo.
Elegir el papel para imprimir libros, revistas o catálogos no es una decisión estética menor. Es una declaración editorial, un gesto hacia el lector, y, cómo no, una lucha encarnizada contra los números rojos.
El papel determina la experiencia de lectura, sí, pero también define cuánto estás dispuesto a invertir (o a sacrificar) por tu obra impresa. En Mílian Editores lo sabemos: el papel es ideología en celulosa.
Aquí te presentamos los tipos de papel más comunes para impresión editorial y comercial. No todos son nobles, pero todos dicen algo. Incluso el más humilde tiene su lugar en este desfile de texturas.
El tipo de papel que utilizarás para tu libro, revista o catálogo corporativo es uno de los factores más importantes para mejorar tu presupuesto de impresión, y como lo hemos mencionado en otros artículos lo determinará tu diseñador y tu presupuesto tomando en cuenta tu identidad corporativa, el tipo de mercado al que se quiere dirige no está de más repetirlo tu presupuesto de impresión.
Contenido
Para imprimir tus libros, revistas o catálogos corporativos necesitarás de dos tipos de papel: cartulina para la portada –los impresores las conocemos como “forros”–, y papel para los “interiores”.
Comencemos con los papeles más comunes para los interiores.

1. Papel couché: el seductor de supermercado
Este es el papel que brilla, literalmente. El papel couché es ese papel satinado que encuentras en revistas que nadie lee pero todos hojean, en flyers de gimnasio y catálogos de tiendas que ya quebraron.
Se ofrece en grosores de 115, 130 y 150 gramos, y cuanto más gramaje, más altiva se siente tu pieza (y más abultada la factura).
¿Para qué sirve? Ideal para imprimir imágenes a todo color con un acabado profesional, aunque con cierta frialdad industrial. Disponible en brillante, mate y semimate. Puro espectáculo, poca intimidad.
2. Papel bond: el incomprendido del aula
Si el papel couché es el actor de telenovela, el papel bond es el maestro rural. No presume, pero cumple. Es poroso, mate, y lo has visto en cuadernos, exámenes de opción múltiple y manuales escolares.
Grosores típicos: 75, 90 y 120 gramos.
¿Su problema? La gente lo considera barato y sin alma. ¿Su virtud? Justamente esa. En las manos correctas, el papel bond puede transmitir una honestidad brutal. Y si no, al menos no reflejará la luz como una discoteca.
3. Snow Cream: el papel que todos usan pero nadie menciona
Snow Cream suena como un postre delicado, pero es en realidad un papel importado de alto calibre y bajo gramaje. Traducido al lenguaje humano: rinde más, pesa menos y es escandalosamente barato.
¿Dónde lo has visto? En casi todo lo que produce el grupo del pingüino naranja. Es perfecto para libros con tinta negra sobre papel crema. No cansa la vista, ahorra costos y tiene ese tono editorial que pretende elegancia aunque cueste menos que una torta.
Ideal para: libros de lectura continua, grandes tirajes y presupuestos ajustados. O para quienes creen que el diseño gráfico puede resolverlo todo (y a veces sí).
Papeles para portadas: cuando la primera impresión sí cuenta
Mientras que el interior del libro puede ser modesto, la portada no puede darse ese lujo. Imprimir portadas en libros, revistas o catálogos requiere papeles más robustos, con mayor presencia… y costo.
Consejo de diseñador editorial:
Si tu portada no va a aportar valor al contenido, considera eliminarla (sí, leíste bien). A veces, un buen diseño interior y una encuadernación sensata hacen más que una portada mediocre.
Si no cuentas con un diseñador experto que te asesore, puedes dar clic aquí.
Aquí los tres tipos de papel más utilizados en portadas:
4. Cartulina couché: musculatura brillante
Es la versión musculosa del papel couché. Se utiliza comúnmente en portadas de libros, revistas corporativas y catálogos de venta. Con gramajes de 250 y 300 gramos, ofrece rigidez, resistencia y una apariencia glamorosa.
Disponible en mate, brillante o satinado. Como un actor que sabe vestirse pero no siempre actuar.

5. Cartulina sulfatada: el minimalismo con textura
Papel poroso, de gran cuerpo, pero sorprendentemente ligero. Satinado por una cara, mate por la otra, permite acabados elegantes a bajo costo. Aparece con frecuencia en libros, calendarios o ediciones escolares.
Con un diseñador experto, puede lucir como si costara el doble. Con uno amateur… se notará.

6. Papel reciclado: caro, complejo y con buena conciencia
Ah, el papel reciclado. Emblema de lo sustentable, aunque no necesariamente de lo barato.
¿Quieres imprimir en papel reciclado? Necesitas dos cosas:
- Un diseñador con experiencia en acabados orgánicos y textura irregular.
- Dinero.
Aunque suene contradictorio, en México el papel reciclado cuesta igual o más que el papel convencional. Y los resultados pueden variar dependiendo del sistema de impresión. En resumen: ecológico sí, pero con asesoría profesional.
Eso sí, si tu motivo es la preocupación ambiental, deberías saber que la industria papelera es de las más avanzadas en reciclaje. Así que, sí, puedes imprimir en bond sin cargar culpa climática.
Conclusión: el papel no es solo papel
Elegir el papel para imprimir libros, revistas o catálogos es decidir qué dice tu marca cuando nadie la está leyendo. En Mílian Editores no solo te ayudamos a imprimir: te ayudamos a pensar qué estás diciendo con cada gramo de celulosa.
¿Tienes un proyecto editorial entre manos y no sabes por dónde empezar? Escríbenos. Te diremos la verdad aunque duela, y te daremos un diseño que haga que ese papel, incluso el más humilde, parezca digno de un museo.